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viernes, 10 de junio de 2016

Legado familiar de la tortilla de patatas

Tortilla de patatas


Cebolla sí, cebolla no... Cuando haces una tortilla de patatas siempre hay gustos para todo. Existe la creencia de que la tortilla de patatas clásica sólo consiste en huevos y patatas.

La leyenda afirmaba, que fue el General Tomás de Zumalacárregui quien, durante el sitio de Bilbao, inventó la tortilla de patatas como plato sencillo, rápido y nutritivo con el que saciar las penurias del ejército carlista. Aunque se desconoce si es cierto, decían que la tortilla comenzó a difundirse durante las primeras Guerras Carlistas.

Eso sí, en mi casa, siempre se ha dicho ¡sí! a la cebolla, y además le añadimos pimiento verde. Con todas esas aportaciones a la original, probadla y decidme si no es una grandísima tortilla de patatas.


Ingredientes: 

  • 4 patatas medianas
  • 2 cebollas grandes
  • 3 pimientos verdes medianos
  • 6 huevos
  • Aceite de oliva (1/2L o algo más)
  • Sal

Elaboración: 

Pelamos las patatas y las cortamos en trozos pequeños y finos. Las lavamos con abundante agua para retirarles el almidón y las secamos con un trapo de algodón limpio.  Con este paso conseguiremos que no se nos peguen en la sartén a la hora de pocharlas.

Pelamos las cebollas y las cortamos como si fuera para ensalada.

Lavamos los pimientos, los secamos y los troceamos aproximadamente en  2cm de largo por 0,5cm de ancho.  Vamos, en tiras finas.

Una vez tenemos todos los ingredientes cortados, preparamos una sartén con abundante aceite y la ponemos a calentar a fuego fuerte.  Añadimos la cebolla junto con el pimiento y freímos durante 4 ó 5 minutos.


Añadimos las patatas y freímos igualmente a fuego fuerte durante unos pocos minutos más sin olvidarnos de remover.

Bajamos el fuego y pochamos hasta que la patata quede tierna y melosa.

Una vez tengamos las verduras y patatas cocinadas, las retiramos de la sartén y las pasamos a un colador para que eliminen todo el aceite sobrante. 

En un bol ponemos los huevos, los batimos ligeramente y añadimos las patatas con las verduras tibias y sin aceite.  En este paso añadiremos la sal al gusto.

Ponemos una sartén antiadherente de unos 22 - 24 cm de diámetro con una cucharada de aceite a calentar.  Una vez ha cogido temperatura, añadimos la mezcla de huevos, patatas, cebolla y pimiento verde.  Mantendremos el fuego fuerte y removeremos con un utensilio de madera durante unos minutos.


Cuando haya cuajado un poco el huevo, bajamos el fuego y cocinamos durante unos 8 minutos aproximadamente o hasta que veamos que la mezcla se empieza a despegar de los bordes de la sartén.

Y aquí viene el gran paso clave, ¡dar la vuelta a nuestra tortilla!  
Cogemos un plato plano, un poco más grande que nuestra sartén y lo ponemos encima de ésta, apretamos fuerte la mano sobre el plato, cogemos aire y le damos la vuelta rápido y sin miedo.

Ponemos un poquito de aceite y pasamos nuestra tortilla de nuevo a la sartén para terminar de cocinarla a fuego suave, unos 5 minutos (algo más si os gusta bien cuajada). 

¡Lista para hincarle el diente!


Consejos:

Para darle la vuelta y que no se os quede pegada al plato, mojadlo con agua y escurridlo antes de ponerlo sobre la sartén.  Devolver la mezcla al fuego será un paso rápido y muy fácil.  

En mi casa una buena tortilla de patatas siempre se acompaña de pan con tomate y aceite de oliva virgen extra.




Valoración nutricional:


Es un plato que nos aporta energia en forma de glúcidos y lípidos prioritariamente monoinsaturados; también es rico en proteínas de gran biodisponibilidad pues provienen del huevo.

Es una gran fuente de potasio que es el tercer mineral más abundante en nuestro cuerpo y está implicado en la reacción de los nervios, en el movimiento muscular y en su mantenimiento saludable.

Un pincho de tortilla, una ensalada variada con frutos secos, vinagreta de miel y mostaza de Djön y un par de rebanadas de pan con tomate, puede ser una excelente opción para comer.



Si sois sólo de huevo y patata, probad esta versión. Con la cebolla consigues mucha jugosidad y el pimiento verde le da un toque distinto sin variar demasiado el sabor original.

Estas cantidades os dan para 6 pinchos hermosos.

Espero que disfrutéis tanto como yo de la receta familiar y no olvidéis acompañarlo con un gran "pà amb tomàquet" y AOVE.

¡Un saludo a todos!

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